Otro excelente aporte para el rock progresivo dentro de la escena rockera peruana es el segundo disco de SUPAY “El Viaje”. Lanzado oficialmente al mercado discográfico local a fines de mayo, vino anticipado por un EP de edición limitada titulado igual, el cual contenía cinco de los diez temas contenidos en este CD de larga duración. La línea de trabajo de SUPAY se circunscribe claramente bajo los parámetros del progresivo sinfónico de tendencia psicodélica en comunión con la fusión folclórica de raíz sur-andina. El disco debut “Confusión” (una joya aun por ser descubierta debidamente por el mayor público progresivo) mostraba una amalgama del rock complejo y lo andino compactamente integrada; la tendencia prioritaria del viaje musical contenido en “El Viaje” es la de afilar las aristas específicas de cada una de estas dos fuentes a fin de darle a su comunión una directriz más centrada en los contrastes. Ojo, la armonización de ambos elementos nucleares sigue siendo bien logrado: lo que pasa es que es trabajada con un enfoque un poco distinto. El resultado es igualmente excelente porque, al fin y al cabo, SUPAY es un grupo con las ideas bien claras en sus expansiones instrumentales – el ensamble sabe a qué atenerse tanto en los momentos de improvisación como en los pasajes más marcadamente líricos. En comparación con el disco debut, aquí se nota una exaltación más pronunciada en la guitarra, la cual se enlaza íntimamente con las influencias de Blackmore y Jeff Beck, aparte de David Gilmour y Steve Hackett. Por su parte, los vientos andinos conjugan una inocultable mezcla de magia antigua y la picaresca de JETHRO TULL.
El disco comienza con un bello preludio telúrico titulado ‘Ancestro’ (semejante en cadencia a la apertura del legendario “Alturas de Machu Picchu” de LOS JAIVAS), engarzado casi instantáneamente con ‘Alma’, un tema de tendencia melancólica que pronto incorpora variantes un poco más extrovertidas, aunque sin romper con el clima básico. El guitarrista Luis Proaño saca provecho a su rol protagónico sin resultar absorbente. Hasta aquí, tenemos una continuación con la línea de “Confusión”. Es a partir de ‘Supay’ cuando el ensamble empieza a poner sus nuevas cartas sobre la mesa: los pesados riffs duplicados por la zampoña y la potencia versátil de la dupla rítmica emergen como una explosión de luz desde detrás de las montañas, mientras que los exquisitos ornamentos de teclado se filtran eficazmente bajo los sucesivos solos de guitarra y viento. Más adelante, con ‘Lejanía’ y ‘Resurrección’ tenemos sendos ejemplos de esta misma estrategia, incluso dando más espacio a los jams y potenciando con más tesón la polenta inherente al ensamble. Estos dos temas son los que tal vez contengan las intervenciones más notables del teclista Gustavo Valverde, dada la variedad de recursos sonoros que utiliza en las orquestaciones, armonías y fraseos en fluido diálogo con la guitarra solista y los vientos. Otros momentos específicos que destaco son los traviesos retazos de quena que flotan sobre los pesados guitarreos en el clímax sostenido de ‘Lejanía’ y los colores mayestáticos concentrados en el épico motivo de apertura de ‘Resurrección’.
SUPAY también sabe rendirse cándidamente al suave lirismo de lo andino como en ‘Karnavaloide’, un ligero ejercicio de carnaval andino en clave de world-music, y también en los interludios ‘Ñan Quiska’ (reprise de ‘Ancetro’ con zampoñas) y ‘Guerrero’, sendos solos del vientista Williams León. ‘Avanzando II’ es un interludio blues-rock ornamentado progresivamente hasta aterrizar en el motivo inicial de ‘Avanzando’, tema del disco “Confusión” – más que una secuela es un prólogo. El disco concluye con la pieza que le da título. ‘El Viaje’ tiene dos secciones bien diferenciadas: una inicial etérea con base bosanova, en la cual la quema traversa y la zampoña van flotando como en un ensueño, hasta que emerge la sección final, un torrente de rock duro psicodélico sabiamente adornado por sonidos cósmicos de sintetizador, al modo de algo tenebroso que nos aguarda al final del camino.
SUPAY logra proyectarse nuevamente como una referencia importante dentro del mundillo progresivo con “El Viaje”. Se trata de un disco muy consistente a pesar de la inconsistencia del cronograma que se siguió para grabarlo y producido de a pocos. De hecho, el bajista Renzo Danuser ya no está (siendo el veterano retornado Felipe Asmat un apropiado reemplazo), Gustavo Valverde desertó antes de la edición del EP precedente, y la dupla de vientos se tornó en mónada. Ojalá tenga este grupo la fortuna de servirse de la catapulta que supuso la re-edición de su “Confusión” a través de Mylodon. La verdad que su propuesta merece una mayor atención de parte del público melómano rockero, ya sea progresivo o no, a fin de cuentas.
El disco comienza con un bello preludio telúrico titulado ‘Ancestro’ (semejante en cadencia a la apertura del legendario “Alturas de Machu Picchu” de LOS JAIVAS), engarzado casi instantáneamente con ‘Alma’, un tema de tendencia melancólica que pronto incorpora variantes un poco más extrovertidas, aunque sin romper con el clima básico. El guitarrista Luis Proaño saca provecho a su rol protagónico sin resultar absorbente. Hasta aquí, tenemos una continuación con la línea de “Confusión”. Es a partir de ‘Supay’ cuando el ensamble empieza a poner sus nuevas cartas sobre la mesa: los pesados riffs duplicados por la zampoña y la potencia versátil de la dupla rítmica emergen como una explosión de luz desde detrás de las montañas, mientras que los exquisitos ornamentos de teclado se filtran eficazmente bajo los sucesivos solos de guitarra y viento. Más adelante, con ‘Lejanía’ y ‘Resurrección’ tenemos sendos ejemplos de esta misma estrategia, incluso dando más espacio a los jams y potenciando con más tesón la polenta inherente al ensamble. Estos dos temas son los que tal vez contengan las intervenciones más notables del teclista Gustavo Valverde, dada la variedad de recursos sonoros que utiliza en las orquestaciones, armonías y fraseos en fluido diálogo con la guitarra solista y los vientos. Otros momentos específicos que destaco son los traviesos retazos de quena que flotan sobre los pesados guitarreos en el clímax sostenido de ‘Lejanía’ y los colores mayestáticos concentrados en el épico motivo de apertura de ‘Resurrección’.
SUPAY también sabe rendirse cándidamente al suave lirismo de lo andino como en ‘Karnavaloide’, un ligero ejercicio de carnaval andino en clave de world-music, y también en los interludios ‘Ñan Quiska’ (reprise de ‘Ancetro’ con zampoñas) y ‘Guerrero’, sendos solos del vientista Williams León. ‘Avanzando II’ es un interludio blues-rock ornamentado progresivamente hasta aterrizar en el motivo inicial de ‘Avanzando’, tema del disco “Confusión” – más que una secuela es un prólogo. El disco concluye con la pieza que le da título. ‘El Viaje’ tiene dos secciones bien diferenciadas: una inicial etérea con base bosanova, en la cual la quema traversa y la zampoña van flotando como en un ensueño, hasta que emerge la sección final, un torrente de rock duro psicodélico sabiamente adornado por sonidos cósmicos de sintetizador, al modo de algo tenebroso que nos aguarda al final del camino.
SUPAY logra proyectarse nuevamente como una referencia importante dentro del mundillo progresivo con “El Viaje”. Se trata de un disco muy consistente a pesar de la inconsistencia del cronograma que se siguió para grabarlo y producido de a pocos. De hecho, el bajista Renzo Danuser ya no está (siendo el veterano retornado Felipe Asmat un apropiado reemplazo), Gustavo Valverde desertó antes de la edición del EP precedente, y la dupla de vientos se tornó en mónada. Ojalá tenga este grupo la fortuna de servirse de la catapulta que supuso la re-edición de su “Confusión” a través de Mylodon. La verdad que su propuesta merece una mayor atención de parte del público melómano rockero, ya sea progresivo o no, a fin de cuentas.
1 comentario:
Hola amigo Inca:
Te felicito realmente por tu blog. Está muy bueno.
No sé si soy yo o no encuentro el enlace para bajar esta gema. Si por favor podrías ponerlo o indicarme como hacerlo estaré eternamente agradecido.
Muchas gracias
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