RUBÉN D’HERS “Todo Está en Descanso” (2004)
Temas
1. Porciones Bajas
2. Las Polillas
3. Nube Baja
4. La Vigilia y el Nácar
5. Desenso Sedoso
6. Primer Manual Para lo Inexpresivo
7. Almuerzo
8. Mi Brazo Roto
9. El Verdadero Dios
10. Tres Cosas Incesantes I
11. Tres Cosas Incesantes II
12. Todo Está en Descanso
13. Anna y las Palmas
El aventurero músico caraqueño RUBÉN D’HERS encarna una de las fuerzas creativas más osadas del momento en el rock experimental sudamericano. Aparte de su labor en el alucinado grupo kRé, también tiene mucho que decir como solista. Su primer trabajo solista es “Todo Está en Descanso”, una trama musical seriamente comprometida con el minimalismo, la ambientación electrónica, el post-rock y la musique concrete. Las intensivas manipulaciones de las cintas magnetofónicas operan más como un instrumento que como un mero recurso tecnológico. La serie de imágenes mentales motivadas por el repertorio de este disco alude a paisajes irreales y atmósferas etéreas plagadas de misterio, niebla y magia inescrutable. Todo eso en el lapso de una hora y medio minuto.
‘Porciones Bajas’ comienza con ambientes tétricos armados bajo una aureola distante donde capas irreales y aleatorias escalas disonantes se confunden en un efluvio concreto. ‘Las Polillas’ tiene, por el contrario, una tendencia a la candidez merced a las imágenes aludidas por los solitarios acordes de guitarra, los mismos que sirven para dirigir el desarrollo de las capas sonoras que se van sumando y escondiendo cuales olas en la playa. ‘Nube Baja’ tiene una tendencia más oscura, definitivamente enmarcada bajo (que no absorbida por) la huella del chamber-rock o RIO en su dimensión más recalcitrantemente reconstructiva. La serie de inquietantes retazos de violines múltiples establece una constante bizarra a contrapelo de las inconstantes apariciones de la guitarra, las mismas que emergen y desaparecen cuales traviesos espectros en una mansión abandonada y decadente. Luego surge una brisa opresiva como si se hubiese abierto al ventana a un mundo aun más aterrador: esto es más un paisaje musical que música en el sentido habitual del término. ‘La Vigilia y el Nácar’ es un homenaje a los paisajes oníricos del post-rock en su prototipo más lánguido: los efectos (“naturales” y artificiales) y acordes de guitarra exponen un retrato prodigioso de melancolía contemplativa en un ambiente otoñal, mientras que ‘Desenso Sedoso’ continúa explorando esta veta con incorporados alientos de minimalismo electrónico, para nada ajenos a la influencia de la vertiente más espacialmente onírica de la primera oleada del krautrock (p.e., CLUSTER, KLAUS SCHULZE). Definitivamente, gracias a esos etéreos rasgueos de guitarra acústica, ‘Desenso Sedoso’ es un número bastante cálido en medio de este contexto. Otro tema que más adelante apelará a ambientes similares es el octavo, ‘Mi Brazo Roto’, aunque a mitad de camino se enrumba por matices sonoros más inquietantes, como creando una exaltación de la mente encerrada en su propio cubículo espiritual. ‘Primer Manual de lo Inexpresivo’ es, esencialmente, un mini-catálogo de efectos: pura deconstrucción de las formas habituales, como si se tratara de un homenaje al movimiento multi-artístico Fluxus. ‘Almuerzo ‘sigue el mismo camino pero apunta al señalamiento de una cadencia rítmica concreta, armada con lo que parecen ser efectos de sonido que reciclan sonidos bucales tales como jadeos, absorciones, movimientos de la mandíbula,… Con sus ásperos rasgueos lentos de guitarra y sus atmósferas de desgarradora melancolía manifestadas por la orquestación de violines, ‘El Verdadero Dios’ nos remite más directamente al padrinazgo de SIGUR RÓS. La dupla de los temas ‘Tres Cosas Incesantes’ ofrece sendos collages de ideas que van fluctuando y sucediéndose bajo un arropamiento de capas mínimas sostenidas en el aire como un mismo cielo que contempla las cosas que pasan y pasan en el círculo perpetuo de la vida. La tendencia distante de la producción sonora da un aspecto de raro ensueño al asunto, incluso en las ideas más bizarras. Y de hecho que las hay en buenas dosis, como ese lamento surrealista de violín con el que concluye la segunda pieza de esta dupla. El tema homónimo es, en buena medida, una continuación de los aspectos más recurrentes del díptico precedente, aunque viene adornado por tarareos en falseto (muy semejantes al registro vocal de Jónsi Birgisson, de SIGUR RÓS). Estas alusiones al post-rock sirven para, una vez más, engarzar con la siguiente pieza, ‘Anna y las Palmas’, la misma que cierra el disco. En compás de tres cuartos, los retazos de guitarra, capas sonoras y tarareos en falsete están lejos de suponer un misterio en cuanto a las fuentes de inspiración
“Todo está en Descanso” es un disco muy especial, presto a ser degustado con una disposición particular y a ser disfrutado con nuevos esquemas mentales que el oyente deberá ir armando tentativamente a medida que va fluyendo el repertorio. Éste es un disco variado y coherente por igual, y a pesar del racimo de influencias, también un manifiesto de originalidad creativa. RUBÉN D’HERS es un verdadero visionario de la música contemporánea, y realmente creo que su legado presente resulta lo suficientemente valioso como para que se lo valore y difunda como merece. Este disco puede bajarse desde la misma página web del músico: visitar el enlace http://www.dhersmuzik.com/download.php
César Inca Mendoza
Temas
1. Porciones Bajas
2. Las Polillas
3. Nube Baja
4. La Vigilia y el Nácar
5. Desenso Sedoso
6. Primer Manual Para lo Inexpresivo
7. Almuerzo
8. Mi Brazo Roto
9. El Verdadero Dios
10. Tres Cosas Incesantes I
11. Tres Cosas Incesantes II
12. Todo Está en Descanso
13. Anna y las Palmas
El aventurero músico caraqueño RUBÉN D’HERS encarna una de las fuerzas creativas más osadas del momento en el rock experimental sudamericano. Aparte de su labor en el alucinado grupo kRé, también tiene mucho que decir como solista. Su primer trabajo solista es “Todo Está en Descanso”, una trama musical seriamente comprometida con el minimalismo, la ambientación electrónica, el post-rock y la musique concrete. Las intensivas manipulaciones de las cintas magnetofónicas operan más como un instrumento que como un mero recurso tecnológico. La serie de imágenes mentales motivadas por el repertorio de este disco alude a paisajes irreales y atmósferas etéreas plagadas de misterio, niebla y magia inescrutable. Todo eso en el lapso de una hora y medio minuto.
‘Porciones Bajas’ comienza con ambientes tétricos armados bajo una aureola distante donde capas irreales y aleatorias escalas disonantes se confunden en un efluvio concreto. ‘Las Polillas’ tiene, por el contrario, una tendencia a la candidez merced a las imágenes aludidas por los solitarios acordes de guitarra, los mismos que sirven para dirigir el desarrollo de las capas sonoras que se van sumando y escondiendo cuales olas en la playa. ‘Nube Baja’ tiene una tendencia más oscura, definitivamente enmarcada bajo (que no absorbida por) la huella del chamber-rock o RIO en su dimensión más recalcitrantemente reconstructiva. La serie de inquietantes retazos de violines múltiples establece una constante bizarra a contrapelo de las inconstantes apariciones de la guitarra, las mismas que emergen y desaparecen cuales traviesos espectros en una mansión abandonada y decadente. Luego surge una brisa opresiva como si se hubiese abierto al ventana a un mundo aun más aterrador: esto es más un paisaje musical que música en el sentido habitual del término. ‘La Vigilia y el Nácar’ es un homenaje a los paisajes oníricos del post-rock en su prototipo más lánguido: los efectos (“naturales” y artificiales) y acordes de guitarra exponen un retrato prodigioso de melancolía contemplativa en un ambiente otoñal, mientras que ‘Desenso Sedoso’ continúa explorando esta veta con incorporados alientos de minimalismo electrónico, para nada ajenos a la influencia de la vertiente más espacialmente onírica de la primera oleada del krautrock (p.e., CLUSTER, KLAUS SCHULZE). Definitivamente, gracias a esos etéreos rasgueos de guitarra acústica, ‘Desenso Sedoso’ es un número bastante cálido en medio de este contexto. Otro tema que más adelante apelará a ambientes similares es el octavo, ‘Mi Brazo Roto’, aunque a mitad de camino se enrumba por matices sonoros más inquietantes, como creando una exaltación de la mente encerrada en su propio cubículo espiritual. ‘Primer Manual de lo Inexpresivo’ es, esencialmente, un mini-catálogo de efectos: pura deconstrucción de las formas habituales, como si se tratara de un homenaje al movimiento multi-artístico Fluxus. ‘Almuerzo ‘sigue el mismo camino pero apunta al señalamiento de una cadencia rítmica concreta, armada con lo que parecen ser efectos de sonido que reciclan sonidos bucales tales como jadeos, absorciones, movimientos de la mandíbula,… Con sus ásperos rasgueos lentos de guitarra y sus atmósferas de desgarradora melancolía manifestadas por la orquestación de violines, ‘El Verdadero Dios’ nos remite más directamente al padrinazgo de SIGUR RÓS. La dupla de los temas ‘Tres Cosas Incesantes’ ofrece sendos collages de ideas que van fluctuando y sucediéndose bajo un arropamiento de capas mínimas sostenidas en el aire como un mismo cielo que contempla las cosas que pasan y pasan en el círculo perpetuo de la vida. La tendencia distante de la producción sonora da un aspecto de raro ensueño al asunto, incluso en las ideas más bizarras. Y de hecho que las hay en buenas dosis, como ese lamento surrealista de violín con el que concluye la segunda pieza de esta dupla. El tema homónimo es, en buena medida, una continuación de los aspectos más recurrentes del díptico precedente, aunque viene adornado por tarareos en falseto (muy semejantes al registro vocal de Jónsi Birgisson, de SIGUR RÓS). Estas alusiones al post-rock sirven para, una vez más, engarzar con la siguiente pieza, ‘Anna y las Palmas’, la misma que cierra el disco. En compás de tres cuartos, los retazos de guitarra, capas sonoras y tarareos en falsete están lejos de suponer un misterio en cuanto a las fuentes de inspiración
“Todo está en Descanso” es un disco muy especial, presto a ser degustado con una disposición particular y a ser disfrutado con nuevos esquemas mentales que el oyente deberá ir armando tentativamente a medida que va fluyendo el repertorio. Éste es un disco variado y coherente por igual, y a pesar del racimo de influencias, también un manifiesto de originalidad creativa. RUBÉN D’HERS es un verdadero visionario de la música contemporánea, y realmente creo que su legado presente resulta lo suficientemente valioso como para que se lo valore y difunda como merece. Este disco puede bajarse desde la misma página web del músico: visitar el enlace http://www.dhersmuzik.com/download.php
César Inca Mendoza