Temas
1. Sólo Fue un Sueño
1. Sólo Fue un Sueño
2. Ya estamos Aquí
3. Noche en Malandar
4. Telescopio de Papel
5. El Tren de Rota
6. Un Columpio Sobre el Mar
7. Espíritu Libre
8. Salto al Abismo
El ensamble gaditano OMNI acaba de meter otro golazo artístico con ésta, su tercera obra – “Sólo Fue un Sueño” confirma a este sexteto como una banda campeona dentro del género progresivo sinfónico en la Península Ibérica. Encaminándose segura y firmemente por los campos del lirismo y la candidez melódica, el grupo transita por sus ideas melódicas con exquisita elegancia, ideas arregladas de manera ágil a través de las interacciones creadas por los músicos en una constante comunión que se siente plena todo el tiempo. De esta manera, el grupo se decanta por reforzar los elementos más saltantes de su ya casi legendaria segunda obra “El Vals de los Duendes”, igualando la prestancia de ésta a la vez que la supera en cuanto a coherencia estilística. Los teclados de Alberto Márquez obtienen una mayor presencia dentro del bloque sonoro armado por la banda, mientras que la sección rítmica (batería-bajo-guitarra rítmica) adquiere una mayor dosis de potencia. Por su parte, el vientista Pepe Torres sabe entrometerse juguetonamente en medio de los aportes de la primera guitarra y los teclados con total soltura, a veces creando una triangulación con éstos, otras veces escurriéndose para llenar espacios de manera precisa. En líneas generales, se nota que el grupo ha ganado en dinamismo y soltura. Es uno de esos discos que pueden muy bien cautivar al oyente desde una primera escucha por su colorido y elegancia, y también por su energía – ya con escuchas más detenidas uno puede apreciar detalles y esquematizar mentalmente su propia percepción de la manifestación sonora contenida en el repertorio.
El disco comienza con la pieza homónima, la cual es básicamente un preludio etéreo ocupado por ensoñadores acordes de piano y efectos parecidos a silbidos celestiales, todos ellos flotando a través de un viento cadencioso – es como estar inmerso en el proceso de despertar hacia un nuevo día, y ciertamente, la frescura y entusiasmo del nuevo día es lo que nos parece presentar ‘Ya Estamos Aquí’, un tema de 5 minutos de duración con un tenor explícitamente alegre, el cual se anuncia frontalmente el espíritu general de la mayor parte del disco. Aires de CAMEL y GENESIS, tan recurrentes en tanto influencias seminales del sonido OMNI, emergen para que la banda trabaje con ellos según su propia visión. Tras una primera sección reposada y serena, ‘Noche en Malendar’ ofrece una faceta más compleja de su dinamismo intrínseco en la segunda parte, implementando adicionalmente elementos inspirados en CAI e IMÁN (otro referentes esenciales de la banda) y operando con alternancias de compases en 11/8 y 5/4. Con la retoma de la parte inicial se recupera la serenidad ceremoniosa para el final. ‘Telescopio de Papel’ crea algo así como un punto intermedio entre las dos piezas anteriores – esta secuencia que va de los temas 2 al 4 se puede escuchar de corrido desde un estado de empatía, pues el uso inteligente de solos y adornos a la guitarra y a los teclados ayuda a realzar el poder evocativo de las melodías. Pero si queremos llegar a uno de los puntos máximos de evocación, no tendremos que ir más lejos: ‘El Tren de Rota’ nos muestra una inspirada reconstrucción de los cánones del rock andaluz tradicional, creando un paisaje sonoro donde lo sinfónico se enriquece tremendamente con cadencias de corte jazz-rock y matices arábigos envolventes. Si las partes más alegres nos llevan a emociones candorosas y amenas, las más lentas nos transportan a ambientes contemplativos armados con impecable elegancia: en relación con estos últimos, cabe hacer una mención especial a los medidos solos de saxo que Torres exhibe en paralelo a los fraseos (más sueltos, influidos en algo por OLDFIELD) de la guitarra solista de Starry. Hasta ahora, ‘El Tren de Rota’ y ‘Noche en Malandar’ constituyen sendos picos de un repertorio que, de por sí, no tiene desperdicio alguno.
Tras los 10 ½ minutos de ‘El Tren de Rota’ vienen los 9 de ‘Un Columpio Sobre el Mar’, el cual muestra a OMNI acercándose más notoriamente al prog-fusión, y como es natural, ésta es manejada desde el ámbito de lo aflamencado. La base rítmica explora fluidamente su potencialidad jazzera mientras que la guitarra y el teclado se explayan persistentemente en un dueto al desarrollar las líneas melódicas principales. Con la aparición de un interludio más relajado tenemos una nueva oportunidad para apreciar la sensibilidad de Torres para crear texturas propicias, eso antes de que la retoma del motivo inicial, con ornamentos adicionales, conduzca al tema a su clímax definitivo. ‘Espíritu Libre’ tiene una agilidad afín a las imágenes aludidas en su título: mantiene el fulgor que ha caracterizado a las secciones más extrovertidas del repertorio precedente, dando prioridad a los estándares del sinfonismo. ‘Salto al Abismo’ da cierre al disco con un aire de serenidad, tal vez un tanto misteriosa, como si estuviera anticipando el arribo de la oscuridad de la noche. El toque de majestuosidad provisto por el solo de Starry permite al disco terminar con broche de oro. Concluyo diciendo simplemente que “Sólo Fue un Sueño” es una gozada progresiva, ni más ni menos – OMNI se da abasto para seguir siendo un nombre firme dentro del movimiento progresivo español.
César Inca Mendoza
El ensamble gaditano OMNI acaba de meter otro golazo artístico con ésta, su tercera obra – “Sólo Fue un Sueño” confirma a este sexteto como una banda campeona dentro del género progresivo sinfónico en la Península Ibérica. Encaminándose segura y firmemente por los campos del lirismo y la candidez melódica, el grupo transita por sus ideas melódicas con exquisita elegancia, ideas arregladas de manera ágil a través de las interacciones creadas por los músicos en una constante comunión que se siente plena todo el tiempo. De esta manera, el grupo se decanta por reforzar los elementos más saltantes de su ya casi legendaria segunda obra “El Vals de los Duendes”, igualando la prestancia de ésta a la vez que la supera en cuanto a coherencia estilística. Los teclados de Alberto Márquez obtienen una mayor presencia dentro del bloque sonoro armado por la banda, mientras que la sección rítmica (batería-bajo-guitarra rítmica) adquiere una mayor dosis de potencia. Por su parte, el vientista Pepe Torres sabe entrometerse juguetonamente en medio de los aportes de la primera guitarra y los teclados con total soltura, a veces creando una triangulación con éstos, otras veces escurriéndose para llenar espacios de manera precisa. En líneas generales, se nota que el grupo ha ganado en dinamismo y soltura. Es uno de esos discos que pueden muy bien cautivar al oyente desde una primera escucha por su colorido y elegancia, y también por su energía – ya con escuchas más detenidas uno puede apreciar detalles y esquematizar mentalmente su propia percepción de la manifestación sonora contenida en el repertorio.
El disco comienza con la pieza homónima, la cual es básicamente un preludio etéreo ocupado por ensoñadores acordes de piano y efectos parecidos a silbidos celestiales, todos ellos flotando a través de un viento cadencioso – es como estar inmerso en el proceso de despertar hacia un nuevo día, y ciertamente, la frescura y entusiasmo del nuevo día es lo que nos parece presentar ‘Ya Estamos Aquí’, un tema de 5 minutos de duración con un tenor explícitamente alegre, el cual se anuncia frontalmente el espíritu general de la mayor parte del disco. Aires de CAMEL y GENESIS, tan recurrentes en tanto influencias seminales del sonido OMNI, emergen para que la banda trabaje con ellos según su propia visión. Tras una primera sección reposada y serena, ‘Noche en Malendar’ ofrece una faceta más compleja de su dinamismo intrínseco en la segunda parte, implementando adicionalmente elementos inspirados en CAI e IMÁN (otro referentes esenciales de la banda) y operando con alternancias de compases en 11/8 y 5/4. Con la retoma de la parte inicial se recupera la serenidad ceremoniosa para el final. ‘Telescopio de Papel’ crea algo así como un punto intermedio entre las dos piezas anteriores – esta secuencia que va de los temas 2 al 4 se puede escuchar de corrido desde un estado de empatía, pues el uso inteligente de solos y adornos a la guitarra y a los teclados ayuda a realzar el poder evocativo de las melodías. Pero si queremos llegar a uno de los puntos máximos de evocación, no tendremos que ir más lejos: ‘El Tren de Rota’ nos muestra una inspirada reconstrucción de los cánones del rock andaluz tradicional, creando un paisaje sonoro donde lo sinfónico se enriquece tremendamente con cadencias de corte jazz-rock y matices arábigos envolventes. Si las partes más alegres nos llevan a emociones candorosas y amenas, las más lentas nos transportan a ambientes contemplativos armados con impecable elegancia: en relación con estos últimos, cabe hacer una mención especial a los medidos solos de saxo que Torres exhibe en paralelo a los fraseos (más sueltos, influidos en algo por OLDFIELD) de la guitarra solista de Starry. Hasta ahora, ‘El Tren de Rota’ y ‘Noche en Malandar’ constituyen sendos picos de un repertorio que, de por sí, no tiene desperdicio alguno.
Tras los 10 ½ minutos de ‘El Tren de Rota’ vienen los 9 de ‘Un Columpio Sobre el Mar’, el cual muestra a OMNI acercándose más notoriamente al prog-fusión, y como es natural, ésta es manejada desde el ámbito de lo aflamencado. La base rítmica explora fluidamente su potencialidad jazzera mientras que la guitarra y el teclado se explayan persistentemente en un dueto al desarrollar las líneas melódicas principales. Con la aparición de un interludio más relajado tenemos una nueva oportunidad para apreciar la sensibilidad de Torres para crear texturas propicias, eso antes de que la retoma del motivo inicial, con ornamentos adicionales, conduzca al tema a su clímax definitivo. ‘Espíritu Libre’ tiene una agilidad afín a las imágenes aludidas en su título: mantiene el fulgor que ha caracterizado a las secciones más extrovertidas del repertorio precedente, dando prioridad a los estándares del sinfonismo. ‘Salto al Abismo’ da cierre al disco con un aire de serenidad, tal vez un tanto misteriosa, como si estuviera anticipando el arribo de la oscuridad de la noche. El toque de majestuosidad provisto por el solo de Starry permite al disco terminar con broche de oro. Concluyo diciendo simplemente que “Sólo Fue un Sueño” es una gozada progresiva, ni más ni menos – OMNI se da abasto para seguir siendo un nombre firme dentro del movimiento progresivo español.
César Inca Mendoza
3 comentarios:
Disculpa, pero dime, como se baja este disco?? no lo veo, no soy capaz, te agradeceria me indicaras como
Gracias
Julio
César, que gusto verte por aquí!
Gracias por este excelente "regalo" del día del amigo y felicitaciones por la reseña.
Un gran abrazo.
Rod.
gracias por el post Cesar
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